compra venta de libros usados y nuevos

¿Es posible una escritura femenina? No de las mujeres, sino femenina, insiste Elvira Martorell. O mejor aún, ¿puede la


escritura convertirse en el lugar del goce femenino, más allá de las palabras y de la división binaria de los sexos? Entonces, habría que hacer de la escritura una piel, y de la novela un cuerpo siempre en devenir, habría que convertir el texto en un territorio de incertidumbres, y animarse al placer infinito por la búsqueda de un objeto ya perdido.


Intimidad nos invita a dejarnos llevar por esa potencia de metamorfosis. Su autora escribe diseminándose en otros cuerpos, en otras voces, en otros tiempos. Crea un sujeto plural que disuelve la centralidad del yo autoral y se abre al texto hasta confundirse con él. Conecta tiempos, lecturas, mundos y regiones del pensamiento con la delicadeza de quien ha caminado al filo del inconsciente y se abisma en la otredad como forma de vida.


La autora escribe desde el psicoanálisis, desde la experiencia de la clínica, desde su propio cuerpo exultante de deseo. Escribe desde el dolor del desamparo, desde el vacío que queda. Escribe en la urgencia del sexo, en la crueldad del goce, en las ruinas del tiempo pasado, en la tristeza y en la risa que provoca la llegada de un nuevo amor, pero también escribe desde el amor por la lectura, desde esa experiencia infantil de leer para salvar la vida.


Este libro es la realización de un deseo anhelado desde niña: escribir. Por placer, con desparpajo, con alegría, escribir para acariciar el mundo. Es también la posibilidad de extraviarnos en el enigma del goce femenino, sin prejuicios ni máscaras, de hacer intimidad.


Yamila Volnovich

Intimidad

$15.000,00

Ver formas de pago

Calculá el costo de envío

¿Es posible una escritura femenina? No de las mujeres, sino femenina, insiste Elvira Martorell. O mejor aún, ¿puede la


escritura convertirse en el lugar del goce femenino, más allá de las palabras y de la división binaria de los sexos? Entonces, habría que hacer de la escritura una piel, y de la novela un cuerpo siempre en devenir, habría que convertir el texto en un territorio de incertidumbres, y animarse al placer infinito por la búsqueda de un objeto ya perdido.


Intimidad nos invita a dejarnos llevar por esa potencia de metamorfosis. Su autora escribe diseminándose en otros cuerpos, en otras voces, en otros tiempos. Crea un sujeto plural que disuelve la centralidad del yo autoral y se abre al texto hasta confundirse con él. Conecta tiempos, lecturas, mundos y regiones del pensamiento con la delicadeza de quien ha caminado al filo del inconsciente y se abisma en la otredad como forma de vida.


La autora escribe desde el psicoanálisis, desde la experiencia de la clínica, desde su propio cuerpo exultante de deseo. Escribe desde el dolor del desamparo, desde el vacío que queda. Escribe en la urgencia del sexo, en la crueldad del goce, en las ruinas del tiempo pasado, en la tristeza y en la risa que provoca la llegada de un nuevo amor, pero también escribe desde el amor por la lectura, desde esa experiencia infantil de leer para salvar la vida.


Este libro es la realización de un deseo anhelado desde niña: escribir. Por placer, con desparpajo, con alegría, escribir para acariciar el mundo. Es también la posibilidad de extraviarnos en el enigma del goce femenino, sin prejuicios ni máscaras, de hacer intimidad.


Yamila Volnovich

Mi carrito